jueves, 12 de abril de 2012

Las Telecomunicaciones y los nuevos tiempos


Las Telecomunicaciones y los nuevos tiempos


Apreciado lector ante la caída de un sistema, el apagón del servicio RIM ( Research in Motion ) para los BlackBerry, nos vimos en como dependemos de este servicio, ( nadie sabe que tiene sino hasta que lo pierde, dice el refrán popular) que los usuarios habían incorporado ya de manera sólida a sus costumbres comunicativas, ante la falta del recurso es menester emplear un sistema similar que permita el mismo tipo de servicio, comunicación, independientemente de que éste tenga un coste económico asociado. Este apagón fue aleccionador y de repercusión mundial, hasta el presidente Obama tiene un BB. No olvidar que las denominadas 'redes sociales' están de moda y eso de "nos unimos o nos hundimos".
La observación de las costumbres de las generaciones de usuarios de telefonía móvil más jóvenes no deja lugar a dudas: el teléfono es prácticamente para una emergencia, no llaman a casi nadie, y recurren en la mayor parte de los casos a mensajería instantánea. Y una vez consolidado este modelo, sienten la necesidad de seguir haciéndolo así aunque tenga que ser usando otra herramienta y ésta suponga un coste asociado. La conveniencia se antepone al factor económico. Para muchos usuarios del telefóno móvil, volver a llamar por teléfono es simplemente como plantearse hacer un viaje en el tiempo hasta la prehistoria.
También quisiera señalar la falta de evolución y adaptación a los tiempos de las compañías de telecomunicaciones. Cada vez un porcentaje mayor de clientes llevamos encima dispositivos que son cualquier cosa menos un “teléfono móvil”, ej. smartphones, Pads, Palms. Y cada vez más tiempo lo utilizamos para cosas que nada tienen que ver con el concepto de “hablar por teléfono”: juegos, música, chat, browse Internet. Para mí, un “teléfono móvil” es sociales (Twitter, G+). Estoy completamente seguro de que ese aparato pasa mucho más tiempo en la palma de mi mano que pegado a mi oreja. Estos lenguajes gestuales son importantes a la hora de medir la utilidad de un Gadget.s en realidad un computador de bolsillo, una agenda personal o un asistente que sirve para el tráfico de datos, sean estos para saber dónde estoy, ej. GMaps, a dónde tengo que ir según mi agenda, quién se comunica conmigo por mi correo electrónico o mensajería instantánea (MSN), a dónde subo una fotografía ( Facebook , Flickr) o qué envío a mis rede
Y sin embargo, las compañías de telefonía móvil siguen sin quererse enterar por el aro. Siguen aferradas a sus sistemas de facturación basados en la voz, cobrándonos facturas cuyo principal importe es por unas llamadas que no son para nada lo que más valor nos aporta del uso que hacemos de nuestros terminales. Toda una arquitectura legacy de la época en que la voz era la única función de la telefonía, lastrando el uso – y sobre todo, el costo – de lo que realmente queremos hacer. Miren a los usuarios más jóvenes: la voz la usan realmente para una emergencia, para algo excepcional. Llamar a alguien es poco habitual, un último recurso para cuando lleva un cierto tiempo sin estar conectado, emergencias y situaciones especiales. El telégrafo simplemente murió, ante la facilidad de uso que implicó la invención del teléfono.
¿Para cuándo una operadora que de verdad construya su propuesta de valor basándose en el uso que cada vez más de sus clientes hacemos de sus servicios? ¿Que me estructure las tarifas en función de mi uso de datos sin obligarme a mirar el taxímetro o a sufrir velocidades lentas porque me pasé del límite? ¿Que no me estafe – del verbo “estafar” – cuando pongo un pie más allá de la frontera del país por un tráfico de datos que no vale ni harto de vino que estuviera, lo que me quieren obligar a pagar por él? Bueno parece que DIGITEL al menos sabe de la existencia del problema a juzgar por la publicidad en TV, ¿Cuántos progresos podría hacer una operadora que intentase aprender de sus clientes más punteros, más avezados y evolucionar con ellos, relacionándose con ellos, en esa onda de ser socios o Ganar-Ganar?, ¿cómo se entiende en pleno siglo XXI que se debe tratar a un cliente, y dejando las estructuras y planteamientos obsoletos basados en la voz para quien los quiera?, ¿por qué no segmentan a sus clientes por uso de servicio? Será por mantener posición de mercado, exprimir bién el limón hasta solo dejar solo el bagazo.


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