viernes, 31 de octubre de 2014

Estrategia de Arabia Saudí para acabar con el 'fracking' de USA: hacer caer el precio del petróleo

La caída actual de los precios del petróleo es capaz de poner fin a 'la revolución del esquisto' en EE.UU., según algunos expertos. Advierten que para hacer frente al problema, WashingtonDC puede desatar un nuevo conflicto armado. El esquisto (del griego σχιστός, 'escindido') ( en inglés shale)  es una roca sedimentaria rica en materia orgánica presente en muchas zonas del mundo.


EE.UU. sigue aumentando la extracción de petróleo de esquisto: en los últimos dos años la elevó en tres millones de barriles diarios, con lo cual en octubre la cifra promete llegar a un total de cinco millones de barriles diarios, de acuerdo con la Administración de la Información Energética de EE.UU. CIBC World Markets, a su vez, destaca que la demanda actual, tanto interna como externa, es bastante baja, según recoge la revista 'Forbes'.

En un momento en el que el petróleo Brent, referencia en los mercados europeos, se cotiza a los niveles más bajos de los últimos dos años y medio —este miércoles ha llegado a 84,07 dólares por barril—, muchos proyectos en EE.UU. no resultan rentables. La causa es simple: los costes de extracción del petróleo de esquisto son muy altos. Según la cifra de la Agencia Internacional de la Energía, citada por Bloomberg, extraer materia prima de las formaciones de esquisto cuesta entre 50 y 100 dólares por barril, mientras que el precio de producción del petróleo convencional en Oriente Próximo o África del Norte oscila entre 10 y 25 dólares por barril. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), por su parte, de momento no ha tomado medidas para parar la caída del mercado petrolero mundial. La situación parece bastante explosiva no solo desde el punto de vista económico, sino también geopolítico, advierten los expertos entrevistados por el portal ruso Svobódnaya Pressa.

"No hay una idea común sobre las causas de esta caída de precios después de que se mantuvieran durante tanto tiempo a un nivel de 105-110 dólares por barril. Muchos buscan explicaciones en teorías de la conspiración", comentó el analista jefe del fondo ruso Seguridad Energética Nacional, Alexánder Pásechkin. Según el especialista, son dos las principales hipótesis conspirativas.

VIDEO Fracking Hell: The Untold Story


¿Por qué preocuparnos por el petróleo y gas de esquisto?

La balanza del poder energético podría ser modificada por este tipo de hidrocarburos alternativos.
Podrá este crudo no convencional afectar el precio del petróleo? ¿Podríamos perder cuotas de mercado ante este tipo de producto alternativo? ¿Dejaríamos de ser importantes como proveedores de petróleo para países como Estados Unidos de América en los próximos años?

Conocido como petróleo y gas de esquistos bituminosos (Shale Oil y Shale Gas) es un tipo de petróleo y gas no convencional que se extrae de los esquistos que son rocas sedimentarias arcillosas. De este tipo de petróleo se pueden obtener refinados que pueden ser utilizados para los mismos fines que aquellos obtenidos a partir del petróleo crudo. El petróleo de esquistos bituminosos se extrae mediante diferentes técnicas, entre ellas la de "fracturación hidráulica", que consiste en inyectar presión con el objetivo de fracturar las rocas en el sustrato rocoso que encierra el petróleo o gas.

Los principales países con yacimientos de esquisto son Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina, Francia, Alemania, Polonia, Australia y China. Estados Unidos de América es un gran poseedor de este tipo de yacimientos y, a su vez, es un gran consumidor de petróleo. De hecho, este país es uno de los principales importador de energía y se prevé que para el año 2017 sea el primer productor de petróleo, según datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en ingles).

La directora ejecutiva de esta agencia, María Van der Hoeven, declaró  que América del Norte ha desatado un impacto de oferta que envía señales a todo el mundo y que el petróleo y gas de esquisto podría modificar la balanza del poder energético en futuros años.

En la reciente reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), celebrada en Viena el pasado mes de mayo, Austria sacó a relucir el tema del petróleo y gas de esquisto que, hasta hace algunos años, estaba olvidado. Al parecer, y debido a las recientes informaciones de la Agencia Internacional de Energía (IEA), se ha generado cierta preocupación por el interés de Estados Unidos en la producción de petróleo y gas de esquisto. También por el hecho de que en la actualidad estados como Dakota del Norte (ejemplo los yacimientos de Bakken Shale) están teniendo un rol importante en la producción de esta materia prima. De hecho, empresas como Chevron, British Petroleum, Total, Statoil, Sinopec, Schlumberger y Halliburton, entre otras,  están muy interesadas en proyectos de petróleo y gas de esquisto.


El precio del 'fracking'


El problema para el 'fracking' ( fractura de lutita ) radica en que la producción de petróleo a través de este método cae más rápido que utilizando medios convencionales. La Agencia Internacional de la Energía cálcula que se necesitan 2.500 pozos nuevos al año solo para mantener la producción de 1 millón de barriles al año en el yacimiento de Bakken, en Dakota del Norte. En comparación, en Iraq apenas se necesitan 60 pozos para obtener los mismos resultados.

Los pozos de gas pizarra reducen su producción entre un 60 y un 70% solo el primer año, mientras que los pozos tradicionales la reducen un 55% en los dos primeros años. Estas estimaciones de Drillinginfo muestran como las empresas se ven continuamente obligadas a reinvertir en nuevos pozos para mantener la producción.

Además, extraer petróleo con este técnica sigue siendo más caro. Por ejemplo, en Iraq el coste del barril de petróleo para las empresas ronda los 20 dólares. Sin embargo, el punto de equilibrio para obtener beneficios en EEUU con petróleo proveniente del fracking está estimado entre 60 y 80 dólares el barril, según la AIE.

El shale oil es costoso y causa gran impacto ambiental : Ni siquiera con el petróleo de lutita EEUU se autoabastecerá de crudo



El experto Rafael Quiroz hace alusión al caso de China. “El mayor reservorio de petróleo de lutita es de China, y China no se ha metido con eso porque su reserva está ubicada en todo el centro del país y en una zona muy árida y altamente poblada con problemas de agua. Los chinos ya cerraron el capítulo del petróleo de esquistos”

Fracking: An Inconvenient Truth. 3D Animation



-La política de EEUU en cuanto a intentar reducir su dependencia petrolera, ¿cómo la interpreta?


-No la interpretaría como anti-OPEP, lo que no quiere decir que ellos nos sean anti-OPEP. Ellos son anti-OPEP, siempre lo han sido. Pero su posición no envuelve una estrategia anti-OPEP, sino que envuelve una estrategia y de pretensión de lograr la independencia petrolera de los países emergentes, eminentemente petroleros, como es el caso de la OPEP. Ellos siempre han soñado con una emancipación petrolera, respondió Rafael Quiroz, economista petrolero y profesor de la Universidad Central de Venezuela.

-¿Lograrán su objetivo?


-Están en la estrategia correcta para ellos, pero lo único es que ellos no van a lograr una total independencia ni llegarán a la exportación. Creo que ellos van a lograr superarse, zafarse de buena parte de las importaciones petroleras, pero no llegarán nunca al punto del autoabastecimiento absoluto en el consumo petrolero.

VIDEO Anti-Fracking in The European Union



-¿Es el 'shale oil' el petróleo del futuro?


-No es fácil, y por varias razones. En primer lugar, por el costo, alto, que tiene la producción de lutita debido a la alta tecnología que requiere para eso. El único que tiene la tecnología para eso es EEUU. Esos costos de producción, dicho por los estadounidenses, se ubican entre 65 y 80 dólares por barril. Esa es el primer obstáculo para vencer. Además, el petróleo no convencional es altísimamente contaminante; es más contaminante que el carbón mismo y tiene un gran costo ambiental. Estados Unidos está acorralado con esa tecnología. En Estados Unidos abundan organismos privados y oficiales, ONG protectoras del ambiente y del equilibrio ambiental y tienen una legislación sumamente severa sobre eso.

A eso hay que agregarle, añade, “que por cada barril de crudo de esquisto tienes que inyectar ocho barriles de agua dulce, que una vez que les agregas los aditivos y los elementos que necesitas para que el método de fracturación hidráulica cumpla su cometido, esa agua no es recuperable. Es un agua que atenta contra el reservorio hídrico de la humanidad”.

Quiroz hace alusión al caso de China. “El mayor reservorio de petróleo de esquistos es de China, y China no se ha metido con eso porque su reserva está ubicada en todo el centro del país y en una zona muy árida y altamente poblada con problemas de agua. Los chinos ya cerraron el capítulo del petróleo de esquistos”.

Y, agrega, “para desbaratarle el sueño a quienes tienen esa ilusión con el shale oil, les digo que, como se fractura la roca, quedan unas cavernas que producen un efecto sísmico que no lo causa ninguna materia prima que esté en el subsuelo. Por supuesto, los países que tienen lutitas lo primero que examinan es dónde está. Francia tiene reservas de esquistos debajo de París. ¿Van a meter un tubo de perforación en París?”.

Encima, puntualiza Quiroz, “el petróleo de esquistos tiene una alta tasa de decrecimiento de las reservas, de 50% cada cinco años”.

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