domingo, 28 de septiembre de 2014

Ford Fairmont 1978


La Ford Motor Company es una fabricante de automóviles estadounidense, que es el dueña de las marcas Ford, Lincoln (desde 1922) y Mercury (desde 1938, deberá cesar a finales de 2010). Otras Marcas en las que  tiene participaciones son Aston Martin, Reino Unido y Mazda, Japón. Lo que solía poseer Volvo, que fue vendida a la Zhejiang Geely Holding Group de China en 2010 ( quiebra economia Wall Street ), así como de Jaguar y Land Rover, que fueron vendidas a los Tata Motors de la India en 2008. La empresa fue fundada en 1903 por Henry Ford en Detroit, Michigan
La principal contribución de Ford en la industria del automóvil fue el empleo de la fabricación de automóviles a gran escala mediante el uso de secuencias de fabricación tipificadas moviendo las Líneas de Montaje, lo que permitió la producción de un montón de unidades a precios bajos. Las innovaciones y los métodos de producción de Henry Ford eran tan influyentes que en 1914 eran conocidos como Fordismo. Su logotipo ovalado se introdujo en 1907 con el guión Ford y fondo azul oscuro introducido en 1928 La compañía ha estado controlada por la familia durante más de un siglo. A finales de 1920 se produce el 50% de todos los automóviles en los EE.UU. y el 40% de todos los coches en el Reino Unido. En 1965 se vendieron más de 2 millones de automóviles Ford en los EE.UU. solamente, que se elevó a todo el tiempo de alta de 2,35 millones en 1973 En la actualidad Ford es el fabricante de automóviles y vehículos comerciales ligeros cuarto más grande en el mundo (OICA, 2009) y la segunda más grande en el EE.UU.. Algunos de los más famosos modelos de Ford en la historia son el Modelo T (1908-1927 el primer automóvil asequible), Modelo A (1927-1931 el segundo éxito enorme para después de Modelo T), V-8 Modelo B (también conocido como Modelo 18 , Modelo 40), Ford Thunderbird (1955-1997 crea el nicho de comercialización de un coche de lujo personal), Ford Mustang (desde 1965, la más exitosa después de Modelo a), el Ford Escort (1968-2003), reemplazado por el enfoque (desde 1998), Ford Fiesta (desde 1976, vendió más de 12 millones de unidades). Ford tiene una enorme línea de marcas producidas por los EE.UU., Europa y otros mercados. Algunas de las marcas actuales de la cartera de coche Ford Ka (son hatchbacks y convertibles), Fiesta (subcompactos / coches supermini), Focus (pequeños coches familiares), Fusión (haciendas y mini MVPs), Mondeo (coche familiar grande), Mustang (convertibles y cupés), Taurus (USA, coche del mismo tamaño), C-Max (MVP compacto), S-Max (sedanes un MVP), Galaxy (grande MVP). El grupo de marcas furgoneta incluye Tránsito, E-Series, Econovan, Endeavour, I-Max. El segmento de los crossover de Ford incluye Edge y Flex marcas, mientras que el segmento de los SUV incluye Escape, Everest, Edge, Flex, Fusión, Taurus X, Territorio, Sport Trac, Explorer y Expedition.


Ford Fairmont 4.9 AT (140 ag)


Main information
Max power140 HP
Fuel typeA80
Gearbox type Automatic


Bodywork
Body typeSedan
Number of doors 4
Number of seats5
Length  4920 mm   ( 4,92 m )
Ground clearance    156 mm   ( 1,56 m )
Engine
Engine typeGasoline  4097 cc
Fuel typeA80
Power140 HP
Fuel systemCarburetor
Engine placementIn front
Number of cylinders 8
Transmission
Wheel driveRear
Gearbox typeAutomatic
Number of gears 3 ( 1, 2, Drive )





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Digital vs. Papel: las revistas y el signo de los tiempos


El fundador y CEO de Glam Media, Samir Arora, dio un dato importante en el DLD13 de Munich: su negocio de contenidos y publicidad digital ya supera al de un clásico del mundo impreso como Vogue. Glam Media es un conglomerado de más de cuatro mil blogs y páginas web que alcanza a unos trescientos millones de visitantes únicos mensuales en todo el mundo. La muy lógica supremacía del medio digital frente al medio impreso, finalmente plasmada en datos.


Hace no tantos años, las revistas impresas eran el medio de referencia para muchísimos anunciantes. Las agencias las consideraban un sitio en el que había que estar: a lo largo del continuo que iba de la revista de información general hasta la llamada “prensa canal” mucho más específica, todos los anunciantes contaban con las revistas como un importante capítulo en sus presupuestos publicitarios. Más duraderas – con más “shelf life” promedio – que los periódicos, con más posibilidades en cuanto a formato, y con numerosas cabeceras que funcionaban como auténticos iconos o referencias para muchos segmentos de público objetivo, lo normal en todo plan de medios era encontrar un porcentaje razonable destinado a revistas.

 

La crisis de los Medios Impresos: Neewsweek abandonó su versión impresa.

Después de casi 80 años de existencia, la revista estadounidense de noticias Newsweek se va a mudar a una plataforma totalmente digital.

La última edición será publicada el 31 de diciembre ( octubre 2012 ), lo que refleja la nueva tendencia que tienen revistas y periódicos cuando disminuyen los ingresos de publicidad tradicional.

Newsweek es la segunda revista de noticias más grande en Estados Unidos detrás de la revista Time. Pero el descenso en la publicidad y distribución llevó a que la revista empezara a perder dinero.

"El mundo de las publicaciones ha cambiado tanto como el mundo sobre el que (la revista) ha escrito en los últimos 80 años", analiza el periodista de negocios Ben Thompson, en Nueva York.

"Momento difícil"

Sidney Harman compró Newsweek de the Washington Post Company en agosto de 2010 y la fusionó con la empresa de noticias de internet The Daily Beast tres meses después.

Tina Brown, exeditora de las revistas Vanity Fair y The New Yorker, se unió al ejecutivo de televisión Barry Diller para crear The Daily Beast en 2008.

Brown dice que el sitio web de Newsweek tiene más de 15 millones de usuarios únicos cada mes, un aumento de 70% comparado con el último año.

En un comunicado anunció que "dejar el formato impreso es un momento extremadamente difícil para todos los que amamos lo romántico del formato impreso y la camaradería semanal única de esas horas intensas antes del cierre del viernes por la noche".

"Pero ya que estamos a punto de llegar a nuestro octogésimo aniversario en un año, tenemos que mantener el periodismo que le da a la revista su propósito y alistarnos para el futuro totalmente digital".

"La decisión no tiene que ver con la calidad de nuestra marca o nuestro contenido, que son tan poderosos como siempre. Es sobre las dificultades económicas de imprimir y distribuir la revista".

Newsweek Global, la versión digital, estará disponible vía suscripción.

Mundo digital

Ben Thompson señala que el número de suscriptores de Newsweek pasó de más de 3 millones en su mejor momento a 1,5 millones en la actualidad.

"Eso, además de los decrecientes ingresos por publicidad en los medios impresos, es lo que llevó a que Newsweek dejara su edición impresa".

El periodista agrega que Newsweek intentará capturar algunos de los 70 millones de consumidores que ahora utilizan tabletas, una figura que ha crecido rápidamente cuando se compara con los 13 millones de usuarios de hace dos años.

Pero también explica que aunque el mercado sea grande, hay muchos más competidores, y algunos analistas dicen que destacarse en un mundo digital va a ser difícil.


¿Qué está ocurriendo? 

Si los periódicos están en crisis, las revistas lo están mucho más, y exactamente por los mismos motivos. Por un lado, la lectura de un medio en papel no resulta atractiva para toda una generación de usuarios acostumbrados a encontrar una reacción al otro lado (el conocido vídeo de la niña de un año que utilizo en muchas de mis clases, “A magazine is an iPad that does not work“, es un ejemplo extremo de ello), lo que conlleva una demanda decreciente y unos márgenes cada vez más ajustados. Por otro, las revistas tradicionales enfocan por lo general el medio digital con dificultad: ni son capaces de plantearse bien un nuevo soporte que requiere habilidades y actitudes diferentes, ni lo hacen con excesiva fe, dado que hacerlo bien implicaría un fenómeno de sustitución de ingresos frente a un terreno, el quiosco, que todavía es el que les da de comer. Lanzarse a lo digital implica un acto de fe: creer que la publicidad en la red va a crecer lo suficiente como para pagar las facturas, mientras se pretenden seguir sosteniendo muchos de los costes de la edición papel.

Mientras, una nueva generación de medios nacidos en lo digital van superando las prevenciones iniciales de los anunciantes y consolidándose como destino de sus inversiones publicitarias: por un lado, ausencia de periodicidad. ¿Para qué limitar la presencia a una edición semanal, mensual o trimestral, cuando se puede acompañar a un flujo constante de contenido vivo? Por otro, capacidades de segmentación y especialización. Y finalmente, una gama de formatos que, pasado en cierta medida el sarampión de lo intrusivo y lo molesto, permite un acceso al público objetivo mucho más preciso y detallado. Como comenta el propio Samir Arora en su charla: si te acabas de comprar un coche, seguirás viendo anuncios de coches en las revistas impresas. Pero en la web puede que no, porque se asume que durante una temporada, has dejado de estar en el mercado, y por tanto, hacerte llegar un anuncio va a significar un impacto perdido. Con las adecuadas garantías a la privacidad, la propuesta puede funcionar para todos los implicados en la ecuación: anunciante, lector y soporte. El medio es simplemente superior.

En España, las señales hace ya mucho tiempo que están a nuvel de suelo. En algunas categorías, como tecnología, no hay más que ver el panorama: mientras clásicos del sector como PCWorld se hunden, vemos como la audiencia de sitios como Xataka no dejan de crecer. No es un negocio sencillo, pero las tendencias son las que son. Mientras lo impreso cae, lo digital sube. La abrumadora presencia y apoyo de anunciantes en los Premios Xataka, en su tercera edición, deja lugar a muy pocas dudas. Hace no tanto, ese tipo de eventos los organizaban las revistas de papel. Los tiempos han cambiado.

Lentamente, el dinero está siguiendo a los hábitos de la sociedad,--IT'S THE ECONOMY STUPID!!!-- y esos hábitos siguen implicando lo mismo que llevamos mucho tiempo comentando: que el papel fue la mejor manera de transmitir información… en el siglo XX, pero ya estamos en el s.XXI.

Halliburton en Venezuela: Huele a Azufre

Andrés Eloy Blanco, de cuyo trágico fallecimiento se cumplieron recientemente 59 años, escribió aquellos jocosos versos dedicados a “las cosas que no son de ley, y siempre resultan un fiasco”, entre las cuales mencionó “mujer orinando en frasco y negro inscrito en Copei”. Parafraseando al gran poeta adeco, hoy habría que agregar entre las cosas inentendibles –pero nada jocosas– esto de que Petróleos de Venezuela haya firmado un convenio con la corporación Halliburton.

¿En qué Universo paralelo son compatibles la Halliburton y la Revolución Bolivariana? Es una pregunta que de solo tener que hacérsela (¡estamos obligados a hacérnosla, caramba!) da un poco de grima.

¿No es acaso la Halliburton la misma empresa que llevó a cabo buena parte del trabajo requetesucio en las muy sucias invasiones de Estados Unidos a Afganistán e Irak? ¿No es esa la corporación que dirigían seres deplorables como el ex vicepresidente gringo Dick Cheney y la ex secretaria de Estado, Condoleezza Rice, emblemas del peor de todos los capitalismos, ése que se enriquece impúdicamente sobre cadáveres de niños y países en ruinas?

Si hacemos un poco de ejercicio de memoria, llegaremos a recordar que las grandes discrepancias del comandante Hugo Chávez con Estados Unidos comenzaron precisamente cuando se produjo la brutal invasión a Afganistán, en supuesta represalia por los hechos del 11 de septiembre. Desde entonces, en el discurso del jefe de Estado venezolano siempre estuvo presente el reclamo más firme contra esas intervenciones militares criminales, en la que EEUU inauguró la etapa de los “contratistas”, palabra suave utilizada para referirse a mercenarios empleados por empresas con grandes agallas y cero escrúpulos. Entre los jugosos negocios que derivan de esas “guerras” están el control del petróleo y el gas en las regiones arrasadas y la reconstrucción de las naciones destruidas sin misericordia. En ambas actividades está la Halliburton metida hasta el cuello. Y esa joya de empresa es ahora socia de Pdvsa en una operación que asciende a 2 mil millones de dólares. Huele a azufre, y no precisamente porque los crudos de la Faja sean del tipo extrapesado.

La petrolera venezolana dejó colar la información discretamente en una nota de prensa en la que Halliburton aparece como beneficiaria de un contrato, junto con otras dos empresas de servicios petroleros con sede en Texas, Schlumberger y Weatherford. Seguro que si escarbamos un poquito, estas otras dos tampoco serán hermanitas de la caridad, pero la fama de Halliburton es interplanetaria y opaca a cualquiera.

Es deber de quien se considere revolucionario preguntarse el porqué de una decisión tan incoherente, en especial cuando estamos en un momento de extrema tensión con Estados Unidos, en lo que parece ser el preámbulo de una etapa de sanciones y otras arbitrariedades destinadas a torcerle el brazo a la mayoría nacional y derrocar al gobierno del presidente obrero Nicolás Maduro. Concediendo el justo beneficio de la duda a quienes aceptaron semejante indeseable socio, tal vez habría que decir que cerrarle las puertas habría agravado el conflicto con los sectores más conservadores del Imperio. No es una razón convincente y, sobre todo, no parece muy chavista, pero habría que estar en el puesto de quien la tomó para conocer todas las variables que tuvieron influencia en ella. Visto desde fuera de ese círculo de decisión (pero desde dentro del país y del proceso revolucionario), es incomprensible, no solo moralmente –lo que ya sería bastante– sino también desde la perspectiva de la seguridad del Estado. Tener dentro de la industria petrolera nacional a empresas como Halliburton equivale a darle hospedaje a lo peor del enemigo, es asumir una postura claramente suicida, ofreciéndole oportunidades a quien se ha especializado en destruir países para luego meterse en el negocio de reconstruirlos.

No se entiende, no es de ley, parece un fiasco, huele demasiado a azufre.