miércoles, 23 de diciembre de 2015

Como cultivar legumbres


La mayoría de los hogares, sobre todo en apartamentos o pisos de grandes edificios, no disponen de una terraza, patio o balcón donde podrían cultivar en casa fácilmente, en cualquier recipiente o soporte para ello. Es obvio, que si se cuenta con algún espacio como los anteriores es lo ideal, ya que son lugares normalmente soleados, espaciados y ventilados, pero por suerte no son los únicos.  Debido a que como siempre decimos para saber lo que comemos, lo mejor es cultivarlo uno mismo es casa, en un huerto casero.
 
Todo lo anterior me ha llevado a tomar la decisión de mostraros una buena oportunidad para cultivar legumbres en casa de forma muy sencilla, en poco espacio y de forma efectiva
. Por ejemplo
podemos plantar Jengibre en nuestro huerto urbano en macetas fácilmente.

Cómo cultivar legumbres en casa




Las legumbres son un grupo de alimentos vegetales, fáciles de cultivar y que le pueden aportar muchos beneficios a nuestro huerto orgánico. Además, existe una gran variedad de legumbres para plantar, pero las más utilizadas por sus propiedades y su valioso aporte a la tierra, son los porotos verdes y las arvejas. Este grupo de alimentos tienen una rápida maduración y las raíces de las plantas que las contienen, producen un importante nutriente: el nitrógeno. Este tiene una gran riqueza y sirve para mejorar y darle mayor fuerza al suelo para el próximo año.

Las legumbres  son por lo general, la cosecha principal en algunas estaciones del año, como el verano u otoño, por ejemplo. Las arvejas es consumen todo el año, ya que existe la opción de congelarlas o secarlas para el resto del año. En el grupo de las arvejas, una especie muy conocida es el haba. Cuando se cosechan jóvenes, son muy tiernas y sabrosas. Hay muchas variedades de habas para plantar, dependiendo del tipo de terreno, algunas son más resistentes y otras son de mayor cuidado.

El cultivo

Todas las legumbres pueden crecer y desarrollarse mejor, cuando la tierra donde estén, contenga fertilizantes en buena cantidad, tales como abono u otros. En cualquier caso, si no ha plantado antes en el lugar, debe colocar un poco de estiércol bien descompuesto en el terreno (a una profundidad mediana o normal con una pala), unos dos o tres meses antes de sembrar los vegetales. Las raíces tendrán un crecimiento rápido, en el proceso de búsqueda del abono, lo que hace que las plantas se asienten o adhieran bien al terreno. Las arvejas y porotos verdes se deben plantas a mayor profundidad que los cultivos tradicionales, que se hacen a unos 5 centímetros.

En los trabajos, es bueno usar un rastrillo para llegar a la profundidad mínima requerida en estos casos (10 centímetros). Hay que asegurarse que el terreno no quede con piedras ni terrones que vayan a molestar a las nuevas siembras. Se pueden abrir hoyos entre hasta 20 centímetros si se prefiere y luego de plantar, se ocupa el rastrillo para tapar las semillas con la tierra. Las semillas deben enterrarse a una distancia correcta, que puede ser, dos por cada hoyo, algunas en los extremos de las zanjas, etc. La mayor parte de estas legumbres deben cosecharse jóvenes, ya que en esta etapa tienen mejor sabor. Cómo hemos señalado, luego de la cosecha, se recomienda dejar las raíces ya que después ayudan a otras plantaciones.



Plagas y otros problemas

La mayor amenaza para las legumbres, no son las enfermedades mismas, sino los ratones. Estos animales pueden cavar y comerse las semillas. Para ahuyentarlos, una opción útil es repartir hojas de acebo en los hoyos de la siembra. También se pueden colocar trampas, se pueden remojar las semillas con parafina o traer un gato a la siembra. Algunas babosas son otra plaga que puede afectar a las legumbres en una plantación. Otro problema que no es una plaga, es la falta de agua. Si este nutriente vital, le falta a las plantas, las flores se marchitan y las legumbres no se desarrollarán bien. Un buen regado, que sea diario y constante, permitirá que las plantas se nutran bien y no se vean afectadas, especialmente en épocas de mucho calor.





Por supuesto, se cultivará todo de forma ecológica, aplicando todas las técnicas de agricultura ecológica que sea posible.

El lugar donde voy hacer esto es en mi despacho. Si, has leído bien, voy a cultivar en mi despacho, el lugar donde trabajo todos los días y que se encuentra en mi propio hogar. Por tanto tendré al lado mía un huerto urbano, con lechugas, calabacines, acelgas, perejil, etc. como compañer@s de trabajo :) Puedo cultivar aquí, ya que dispongo de una ventana donde entra luz durante todo el día, y durante unas horas el sol, por lo que podré cultivar sin problemas.



ELEMENTOS NECESARIOS

A continuación os detallo los elementos que he necesitado para comenzar a cultivar en casa:



- Un soporte, este caso he utilizado una mesa de cultivo, ideal para hogares, ya que es una forma excelente donde obtener verduras y hortalizas a la altura que deseamos, con una buena capacidad donde tener  sustrato, de fácil manejo y montaje, de diversas medidas e incluso colores. En mi caso he usado una mesa de cultivo de 120 cm de largo por 60 cm de ancho. Ideal para el hueco que tenía disponible.

La mesa viene provista de ruedas en las patas para que su manejo sea sencillo, además se le incorpora una tela de drenaje, muy recomendable porque así es más limpio todo el proceso, algo que se agradece mucho en un hogar. También tiene un pequeño desagüe para poder recoger el agua sobrante y poder así volver a utilizarla.

- Sustrato ideal para cultivar en casa: Que está compuesto por fibra de coco (60%) y de humus de lombriz (40%), son cantidades aproximadas, pero lo ideal para el cultivo de hortalizas y verduras.

- Semillas o plántulas. En mi caso ya he trasplantado directamente las plántulas de lechugas y calabacín, que tenía disponibles. Os recuerdo que tengo un huerto ecológico cerca de mi ciudad y puedo disponer de plántulas propias.











viernes, 11 de diciembre de 2015

Como hacer licor de Amaranto


Los aztecas de México cultivaban esta planta que era muy apreciada por sus cualidades nutritivas. Era tan apreciada que hacían uso de ella en ceremonias religiosas. Se cree que fabricaban ídolos con su harina mezclada con miel y en ocasiones con sangre humana y que ofrecían estos ídolos a los dioses, y como tributo. En la época del emperador Moctezuma, era junto con el huauzontle, el cuarto cultivo en importancia, después del maíz, el frijol y la chía. Cuando los conquistadores españoles del siglo XVI consiguieron dominar el imperio azteca, prohibieron estos rituales y el cultivo del Amaranto. En la actualidad la planta continúa cultivándose después de un largo periodo de abandono y es muy apreciada por sus propiedades nutricionales, además posee la particularidad de no contener gluten.


                   LICOR DE  AMARANTO  (31%VOL.)



2,730 litros                  31% Vol.                  183 grs. azúcar/litro
                                           
RECETA CASERA
                                     

INGREDIENTES


1,750 Litros aguardiente (BASE NEUTRA BARAÑANO 48% VOL)
 
0,800 Kgrs. de AMARANTO.
 
Vainilla al gusto.
100 grs. de cebolla
50grs. de tomate.
Canela al gusto.
 
0,500 kgrs. de azúcar.
 
0,800 litros de agua.

En un recipiente con buen cierre se ponen a macerar el Amaranto, la Vainilla, la Cebolla, el Tomate  con el Aguardiente de  Base Neutra, se cierra y se deja reposar durante 50-55 días, moviendo semanalmente el recipiente.

Terminado la maceración se  filtra y se retiran las partes sólidas, guardando el aguardiente-macerado.

Se prepara el jarabe con 0,500 kgrs. de azúcar y 0.800 litros de agua.

Se mezcla el aguardiente-macerado con el jarabe y se deja reposar durante 15-20 días, trascurrido este tiempo el licor ya se puede beber.

Que Vd. deguste con moderación este licor. Gracias por su visita

2,730 litros                  31% Vol.                  183 grs. azúcar/litro.
 
 
¡SALUD!

martes, 1 de diciembre de 2015

Cómo hacer jabón de Saponaria

¿Como elaborar cosméticos básicos con materiales de fácil adquisición?. ¡Espero que os sea de interés! Como primer taller queremos hablar sobre como realizar jabón sin utilizar sosa o aceites vegetales.

¿Por qué? Muchas veces nos han preguntado si se puede realizar jabón natural sin sosa caústica, ya sea por no querer trabajar con una materia, en principio con cierto riesgo en su manipulación o por la posibilidad de residuos de ésta en el jabón y que pudiera afectarnos al utilizarlo. Antes de todo, asegurar que todo jabón bien formulado no tiene residuos de hidróxido sódico (sosa) ya que toda ella reacciona con los ácidos grasos de los aceites durante la saponificación, e incluso en aquellas formulas en las que sobreengrasamos, existe un exceso de aceite sin saponificar, por lo que podemos estar tranquilos y seguros con nuestro jabón.
Pero retomando el tema, puede ser interesante aprender a elaborar este jabón sin sosa o aceites. ¿Cómo? Utilizando plantas ricas en saponinas, en concreto la Saponaria o hierba jabonera (Saponaria officinallis). ¿qué son estos compuestos?



Las saponinas

Las saponinas (del latín sapo, "jabón"), son glucósidos de esteroides o de triterpenoides, llamadas así por sus propiedades semejantes a las del jabón: cada molécula está constituida por un elemento soluble en lípidos (el esteroide o el triterpenoide) y un elemento soluble en agua (el azúcar), y forman una espuma cuando se las agita en agua. Existe una gran variedad de plantas que contienen Saponinas en distintas concentraciones, como por ejemplo la saponaria, la yuca, el ginseng, la quinua o el quillay, entre otros.





Como veis, su actividad como agente limpiador es similar al jabón, la parte lipofílica se une a la mancha de grasa mientras la hidrófila al agua, por lo que se produce un arrastre de la suciedad por el efecto de fricción que produce la lavadora o al frotar, llevándose el agua de lavado la grasa de la superficie sucia por efecto del comportamiento bipolar de la molécula de la saponina.







Saponaria o hierba jabonera (Saponaria officinalis)

Tradicionalmente se ha utilizado esta planta, y por ello su nombre, para hacer jabón, por su alto contenido en saponinas. Es una planta herbácea vivaz y perenne con rizoma subterráneo y raíces laterales. El tallo es robusto y erecto, alcanzando una altura de 30-60 cm. Las hojas son lanceoladas, glabras, de 3-5 cm de longitud y de color verde pálido. Las flores son de color violeta o rosa pálido y son aromáticas. La corola tiene cinco pétalos tubulares y el cáliz cilíndrico. El fruto es una cápsula oblonga con numerosas semillas. Es relativamente fácil de encontrar en zonas húmedas asociadas a cursos fluviales o arroyos, aunque si preferís podéis conseguirlas en herbolarios o comprar su semilla o plántula en viveros.


Propiedades:  El rizoma tiene saponinas y las hojas flavonoides y vitamina C. En decocción se usa para la dermatitis y forúnculosis. En dosis discretas produce secreción de las mucosas ya que las saponinas producen salivación. En Cosmética se utiliza para el cuidado de las pieles con tendencia acneica, tónico, espumante, emulsionante, calmante, antipruriginoso, antiseborreico y limpiador.



¿Y cómo realizar el jabón con Saponaria?

Muy fácil, sólo hay que hacer una decocción de sus raíces para extraer las saponinas, fórmula que se puede complementar con plantas aromáticas para mejorar su aroma o añadirle otras propiedades interesantes, como lavanda, ortiga, tomillo, romero, entre otras.

La proporción sera:

50 gramos de raiz seca de saponaria
1 litro de agua


Para su elaboración coceremos durante 15 min. a fuego medio en una cazuela la raíz, para posteriormente filtrarla y dejar enfriar. A esta fórmula le podemos añadir, como comentábamos, infusiones de aromáticas o si preferís aceites esenciales, por ejemplo infusión de ortiga para el cabello, o aceite esencial de tomillo. Recordaros que este tipo de jabón no produce mucha espuma aunque tiene gran capacidad limpiadora!

¿Muy sencillo verdad? ¡Cualquier duda que tengáis no dudéis en escribir! y estar atentos a siguientes entregas !


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